Parquización
Planificación y diseño del espacio verde:
Evaluación del terreno: Antes de comenzar, es fundamental analizar el área a parquizar. Observa el tipo de suelo, el clima, la exposición al sol y el drenaje del terreno. Identifica las zonas más soleadas, sombreadas y posibles pendientes.
Diseño del espacio: Elabora un diseño que refleje cómo deseas organizar el área. Puedes utilizar un plano a escala para incluir caminos, áreas de césped, plantas, árboles, arbustos, jardines florales y elementos decorativos como fuentes, bancos o piedras. Es importante pensar en la funcionalidad y el estilo, considerando también el mantenimiento a largo plazo.
Selección de especies vegetales: Elige plantas, flores y árboles adecuados para las condiciones climáticas y de suelo del lugar. Opta por especies autóctonas o adaptadas que requieran menos riego y cuidados. Considera la altura, el color y las necesidades de espacio para cada tipo de planta.
Preparación del terreno:
Limpieza del área: Retira cualquier escombro, maleza o restos de vegetación no deseada. Si el terreno está muy compactado, puede ser necesario ararlo para mejorar la aireación del suelo.
Mejora del suelo: Si el suelo no es de buena calidad, es requisito añadir materia orgánica como compost o turba para mejorar su fertilidad y capacidad de retención de agua. Si el suelo es arcilloso, añade arena para mejorar el drenaje, o si es arenoso, agrega más materia orgánica para mejorar su capacidad de retención de humedad.
Nivelación y drenaje: Nivela el terreno según el diseño previamente planificado. Asegúrate de que el agua de lluvia tenga un buen drenaje para evitar encharcamientos. Si es necesario, instala sistemas de drenaje o pendientes para dirigir el agua hacia zonas de escape o depósitos.
Instalación de césped y plantación:
Instalación de césped: Si en el diseño has incluido césped, puedes optar por sembrar semillas o instalar rollos de césped. Siembra el césped de manera uniforme o coloca los rollos de césped ajustándolos bien y asegurándote de que no queden espacios entre ellos. Después de colocar el césped, compacta suavemente el suelo con un rodillo para que quede bien adherido.
Plantación de árboles y arbustos: Para los árboles y arbustos, cava hoyos del doble de tamaño de las raíces o cepellón. Coloca las plantas en los hoyos, rellénalos con tierra fértil y suavemente alrededor de las raíces. Asegúrate de dejar suficiente espacio entre las plantas para que crezcan de manera adecuada y no se estorben entre sí.
Jardines y macizos florales: Si planeas incorporar flores o plantas decorativas, planta las especies según temporada, el tamaño y tipo de flor. Utiliza combinaciones que mantengan el jardín colorido durante todo el año y distribuye las plantas de manera armoniosa en el espacio.
Instalación de elementos decorativos y funcionales:
Caminos y senderos: Si tu diseño incluye caminos o senderos, define bien sus recorridos utilizando materiales como piedras, lajas adoquines o grava. Asegúrate de que los caminos sean funcionales y estén bien integrados con el entorno.
Elementos de agua: Si deseas instalar fuentes, estanques o sistema de riego, este es el momento. Asegúrate de que todos los sistemas de agua estén bien conectados y que el drenaje sea suficiente para evitar acumulaciones de agua.
Iluminación del jardín: Instala sistemas de iluminación exterior, como luces solares o de bajo consumo, para realzar la belleza del jardín durante la noche. La iluminación adecuada puede crear un ambiente acogedor y resaltar zonas específicas como senderos o plantas destacadas.
Mantenimiento y cuidado posteriores:
Riego: El riego es fundamental en los primeros días después de la plantación para asegurar que las raíces se establezcan bien. Instala un sistema de riego por goteo o aspersión para garantizar un suministro de agua adecuado y eficiente. Ajusta la frecuencia y cantidad de riego según las necesidades de cada planta.
Poda y control de malezas: Realiza podas regulares para mantener el crecimiento saludable de árboles y arbustos y elimina las malezas que puedan competir con las plantas por nutrientes y agua. Usa acolchados(mantillo) alrededor de las plantas para conservar la humedad y reducir el crecimiento de malas hiervas.
Fertilización: Aplica fertilizantes naturales o específicos para cada tipo de planta en los momentos clave del año( primavera y otoño) para promover el crecimiento y la floración.
Cuidado estacional: Realiza un mantenimiento estacional, como protección en invierno para las plantas más sensibles al frío o el ajuste del riego en verano.