Pintura Exterior
Preparación de la superficie:
Limpieza profunda: Las paredes exteriores suelen acumular polvo, suciedad, moho y hongos. Antes de comenzar a pintar, es esencial limpiar bien la superficie. Usa una hidrolavadora o un cepillo de cerdas duras y una solución de agua con detergente para eliminar la suciedad acumulada. Si hay moho, utiliza una solución de agua con lejía.
Reparación de daños: Inspecciona la pared para detectar grietas, agujeros o áreas con pintura suelta. Usa una espátula para raspar la pintura que esté desprendiéndose. Rellena las grietas con masilla especial para exteriores y alisa las áreas reparadas con una lija de grano medio.
Protección del área circundante: Cubre las ventanas, puertas, canaletas, plantas y cualquier otra zona que no quieras pintar con plástico o lonas. Utiliza cinta de enmascarar para proteger los bordes y marcos de ventanas y puertas.
Aplicación de imprimación o sellador:
Aplicación de imprimación: Si la pared es nueva o está deteriorada, es importante aplicar una capa de imprimación o sellador para exteriores. Esto mejora la adherencia de la pintura y asegura un acabado más uniforme y duradero.
Elección del sellador: Elige un sellador de buena calidad, adecuado para el tipo de superficie(cemento, ladrillo, madera). La imprimación también es crucial si vas a cambiar de un color oscuro a uno claro o si la pared tiene manchas difíciles de cubrir.
Tiempo de secado: Deja secar completamente la imprimación antes de aplicar la pintura, siguiendo las instrucciones del fabricante generalmente entre 6 y 12 horas.
Selección de pintura y herramientas:
Pintura adecuada para exteriores: Utiliza pintura acrílica o látex para exteriores ya que son resistentes a la intemperie, permiten la transpiración de la pared y evitan que se formen burbujas o ampollas con el tiempo. También puedes considerar pinturas con propiedades impermeabilizantes para mayor protección.
Herramientas: Para grandes superficies, usa un rodillo con mango extendido para facilitar el trabajo. Usa brochas para las áreas pequeñas, bordes y detalles. También puedes usar un pulverizador de pintura si deseas una aplicación más rápida y uniforme en superficies grandes.
Aplicación de la pintura:
Primera capa: Comienza pintando las áreas más pequeñas o complicadas con una brocha, como esquinas, alrededor de ventanas y puertas, y cerca de los techos. Luego, usa rodillo o el pulverizador para cubrir las superficies grandes con movimientos uniformes en forma de "M" o "W" para evitar marcas.
Técnica de capas finas: Aplica capas delgadas de pintura, ya que las capas gruesas tienden a formar burbujas o descascararse más fácilmente. Es preferible aplicar dos o tres capas finas en lugar de una capa gruesa.
Secado entre capas: Deja que la primera capa se seque completamente antes de aplicar la siguiente. El tiempo de secado varía dependiendo del tipo de pintura y las condiciones climáticas, pero suele ser entre 4 y 6 horas.
Acabado y mantenimiento:
Revisión del acabado: Una vez seca la última capa, inspecciona la superficie para asegurarte de que no haya goteos, manchas o áreas desiguales. Si encuentras alguna imperfección, repásala con una brocha rodillo.
Retirar cinta de enmascarar: Cuando la pintura esté seca, retira con cuidado la cinta de enmascarar para evitar que la pintura fresca se desgarre. Hazlo en un ángulo de 45 grados y lentamente.
Mantenimiento: Las paredes exteriores están expuestas al clima, por lo que es recomendable hacer un mantenimiento regular, limpiando la superficie y verificando que no haya fisuras o desgaste. Esto ayudará a prolongar la vida útil de la pintura y a mantener la apariencia de las paredes.